Colección Nikiforova

Los anarquistas no prometemos nada a nadie. Sólo pretendemos que la gente sea consciente de su situación y tome las riendas de su destino.

María Nikiforova [1885-1919]


Otoño 2022

Palabras domesticadas de un corazón salvaje

Jean Weir

Pensar en un mundo ideal sin tratar de construirlo, no tiene sentido. Por lo menos debe existir la tentativa de hacer algo, de intentarlo. Si eres un romántico, un aventurero y estás en tu casa procurando que no te pase nada, ¿de qué sirve?

Octavio Alberola

Las próximas páginas nos hablan de relatos y vivencias contadas mayoritariamente en primera persona, en las cuales ideas y prácticas se conjugan en un mismo cuerpo. Relatos y vivencias llenos de experiencias combativas, que fertilizan el camino para quienes optan por el enfrentamiento constante en contra de todos aquellos que viven en la opulencia a costa de la miseria y muerte de muchxs otrxs. Letras que tienen objetivos claros, como el de incentivar a que ardan las llamas insurreccionales en todos los territorios. Para ese propósito aportan desde lo vivido y sin pretensión de imponerse como una verdad absoluta e incuestionable, es más, dejan preguntas abiertas para que cada unx pueda encontrar en su propia experiencia la respuesta, individual y colectivamente.
La materialidad de estas hojas es gracias al esfuerzo colectivo de muchxs anarquistas y antiautoritarixs: incontables manos que tradujeron, transcribieron, editaron, etc. Para propagar las ideas anarquistas que aquí se plasman y que estas se transformen en acciones contagiosas, porque las ideas anárquicas no sirven de nada, si es que no se llevan a la práctica (al menos hay que intentarlo).
El anarquismo es visto como un conjunto de prácticas multiformes que siempre apuntan al poder y como propuesta organizativa está la informalidad, porque acabar con la dominación se necesita ahora, sin delegados, ni grandes orgánicas, ni dirigentes, no hace falta la asociación forzosa que implementa las estructuras… Nos necesitamos a todxs quienes ansíen recuperar sus vidas viendo al ataque constante con proyectualidad.
La libre opción de tomar el camino del enfrentamiento constante trae consigo la respuesta violenta del Estado, quien no esperará a ejercer el castigo primitivo ejemplificador, para lxs anarquistas siempre hay una celda disponible. Sobre lo último, la protagonista de los hechos contados en este libro conoce bien de ello, porque lo ha vivido en carne propia, como de la misma manera sabe lo que es tener a compañerxs secuestradxs en manos del Estado. En consecuencia, a su lucha anárquica actuó solidariamente declarando en el juicio en contra de lxs compañerxs de Lucha Revolucionaria en la prisión de Korydallos en Atenas.
Este libro es una invitación dirigida a «quienes todavía pueden alzar la voz y aullar de alegría en un mundo apagado». Nos llama a escucharnos, hablar, conversar, criticar, analizar, a encontrar nuevas armas y a su vez a desempolvar y aceitar las antiguas. Y a la par nos llama a no dejar de construir y (sobre todo) ¡a destruir! En un mundo en el que los Estados capitalistas tienen a su disposición un sinfín de medios y herramientas de control, que en el contexto actual de pandemia global han dado un paso agigantado, no deberíamos dejar lo esencial…
Propagar la anarquía en cada lugar, en cada gesto.
Desde un rincón de una cárcel sudamericana escribe alguien que abraza el caos que es la vida.

Mónica Caballero Sepúlveda
Presx Anarquista. Cárcel de San Miguel [Chile]
Verano de 2022.



Próximamente 2024

Contribuciones a la crítica armada libertaria

Azione Rivoluzionaria

Han pasado más de cuarenta años desde aquellos momentos y aún no he visto ni siquiera a lo lejos en el horizonte un método de lucha que pueda hacer pensar en llegar a meter tanto en dificultad al Estado, al poder, como en la dificultad en la que se encontró durante los años de la lucha armada.

Lello Valitutti

Que una organización armada revolucionaria es un instrumento indispensable en la lucha contra la opresión está fuera de toda duda. El problema se plantea en relación con los límites y las estructuras que debe darse esta organización al reconocerse como un medio y no como un fin.
Por extraño que parezca, esta es precisamente la cuestión. La experiencia de AR, ampliamente comentada en estas viejas páginas, muestra cómo una organización nacida con intenciones anárquicas fue involucionando, poco a poco, hacia una autoconcepción de sí misma como primer objetivo a garantizar y aumentar, cuando no a mantenerse y salvaguardarse a toda costa.
De las acciones, dotadas internamente de sentido y contenido revolucionario, se pasa —como el/la lector/a desapasionadx puede comprobar por sí mismx— a una cavilación teórica que solo puede conducir a una cautela en la propia justificación de su existencia.
Ahora más que nunca, cuando nos embarcamos en una nueva temporada de luchas insurreccionales, hay que plantear sin ambages este problema de organización y el riesgo de autoflagelación sin freno, debe exponerse en términos inequívocos. La generalización del choque no admite niveles privilegiados, ni siquiera ciegamente se puede consignar a la improvisación y a la espontaneidad.
Mira a tu alrededor. Del choque cotidiano hay que pasar, tarde o temprano —mejor temprano que tarde— a un proyecto insurreccional más detallado y coherente, capaz de implicar y no solo de mostrar lo decididos que estamos.
El enemigo se está preparando, ¿y nosotrxs?

Alfredo M. Bonanno
Trieste, 19 octubre 2011